Un año nuevo es un regalo que el Buen Dios nos entrega envuelto en 365 días para llevar a cabo nuestros proyectos, cumplir nuestros sueños y ayudar a los demás a cumplir los suyos.
Que el inicio de este nuevo año sea el momento para reunir las fuerzas, el amor y toda la ilusión para que por medio de la Misericordia y el Bien Común, podamos prestar nuestro amoroso servicio a tantas personas que lo necesitan.
El futuro está por construirse y se debe hacer con determinación, bondad y sabiduría. Apropiémonos de nuestras metas y discernámoslas, trabajemos en ellas con inteligencia y amor para que este sea un año lleno de logros, que se vean reflejados en los corazones agradecidos de nuestro prójimo.