Conmemoramos una década de la terapia ECMO, la cual se implementó por primera vez en nuestra Clínica, el 20 de julio de 2013, a una paciente que debía someterse a un trasplante de pulmón.  A partir de ese momento, con este avance médico hemos brindado esperanza y vida a más de 400 pacientes..

Esta terapia es usada para tratar enfermedades cardíacas y pulmonares graves e irreversibles, para soportar el corazón y/o el pulmón a la espera de la recuperación o como puente para trasplante de estos órganos y, en el caso de falla cardíaca, también lo usamos para darle soporte al corazón o al pulmón cuando por su enfermedad no es posible hacer otras cirugías que nuestros pacientes requieren.

En 2020, cuando el mundo se enfrentó a la pandemia por COVID-19, los siete años de experiencia que habíamos adquirido con la terapia ECMO, fueron nuestro mayor respaldo para salvar vidas. Gracias a nuestro comprometido equipo, logramos ofrecer esta terapia vital como último recurso para los pacientes más críticos de COVID-19.

La llamamos “un respiro de vida” porque permite dar un descanso al corazón y a los pulmones cuando estos órganos no pueden trabajar por sí mismos, por medio de una membrana que permite la oxigenación sanguínea fuera del cuerpo del paciente en un equipo de ventilación mecánica. Ha sido posible gracias al esfuerzo incansable de un grupo de trabajo interdisciplinario altamente capacitado, conformado por cirujanos cardiovasculares, ecmólogos, intensivistas, enfermeros y otros profesionales, quienes han trabajado de la mano, uniendo sus conocimientos y habilidades.

Celebramos esta década de esperanza, inspiración y compromiso, con un agradecimiento especial para todo nuestro equipo de ECMO, quienes con su trabajo dedicado, han beneficiado la vida de 400 pacientes.

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